Primero de los dos asaltos consecutivos – este primero en liga y el miércoles en Copa – que enfrenta a dos pesos pesados del Grupo 5 de la Segunda RFEF. El de ayer fue un duelo entre un equipo que quería ganar y otro que salía a no perder. Ambos, en cualquier caso, no querían descolgarse de sus posiciones dada una jornada 5 con resultado anómalos y que permite, por cuarta fecha consecutiva, al equipo de Pedro Díaz continuar una semana más en la cima de la clasificación.
El encuentro pronto se encuadró en las pretensiones del conjunto madrileño, que llegaba a El Prado precedido por la fama de equipo que pelea, rocoso, y que domina ‘el otro fútbol’. Uno que se hace insufrible para el contrario y desesperante para el aficionado. Futbolísticamente hablando, es un equipo que no necesita tener la posesión; que hace más goles que recibe, que cuando empieza marcando difícilmente pierde y al que le gusta la presión alta al rival. Su centro del campo recupera muchos balones y le encanta las transiciones rápidas. Todo ello, mediante una brusquedad feroz y una intensidad que llega al límite de lo permitido. Caio fue el primero que sufrió esta excesiva magnitud en la disputa que imprimía el rival, ya que tuvo que retirarse lesionado antes del entretiempo. Por aquel entonces, el Adarve ya acumulaba tres tarjetas amarillas. Era el minuto treinta y cinco del primer acto.
Fueron múltiples las ocasiones que creaba y generaba el CF Talavera, pero sin encontrar la localización exacta del oro escondido. Abeledo, Szyma, Javi Rey, Julen y Edu Gallardo tuvieron ocasiones, pero sin encontrar la llave mágica que abría el cofre.
Las descaradas y reiteradas pérdidas de tiempo del rival desesperaron a la grada, que batía récord de asistencia esta temporada – solo es el tercer partido de liga en casa –, con 2156 aficionados sobre el cenobio blanquiazul, que vieron cómo el marcador inicial no se movía.
Una perspectiva del partido, la de arañar segundos al crono y desplegar un gen belicoso, que, sorprendentemente, no compartía en absoluto Mario Escolante, míster del Adarve, en rueda de prensa, que se ofendía al respecto al mismo tiempo que se comparaba con Bordalás. “Un partido que hace disfrutar a cualquier espectador”, fueron sus palabras.
Pedro Díaz, por su parte, analizaba y aceptaba la propuesta del rival, aclarando que en esta competición y en este grupo, no será fácil ganar con holgura. Con la versatilidad de la plantilla, las opciones se multiplican para adaptar el partido al ritmo feroz al que baila el contrincante. Biel Ribas, con una intervención estelar, volvía a sacar la manopla en la única acción de peligro de la que gozó el rival. El meta balear va camino de encadenar su segundo MVP consecutivo.
El segundo round frente al Adarve será este miércoles 4 de octubre, a las 20.30 horas en El Prado, en el partido correspondiente a los octavos de final de la Copa Federación. Se trata del penúltimo escollo que ha de superar el CF Talavera si quiere participar en la Copa del Rey 2023/2024.
En liga, la competición volverá el domingo a las 12 horas en el Pedro Escartín de Guadalajara, en un derbi regional ante el conjunto morado que encadena tres derrotas consecutivas y que se asoma a penúltima posición. El equipo alcarreño atraviesa un momento delicado que, por afición y plantilla, no merece vivir y que pondrá, sin duda, las cosas muy complicadas al equipo de Pedro Díaz en el próximo compromiso liguero.
Crónica del partido patrocinada por Talleres Garrido.
